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Después de dos semana de inducción y donde pudimos conocer la forma de trabajo y de que manera el Hogar de Cristo hace esfuerzos para alcanzar a cubrir la gran necesidad que vive Guayaquil (siendo esta una parte del trabajo porque se extiende a toda la costa de Ecuador), ya estamos listos para comenzar a trabajar.
Lo que no sabíamos es que al llegar a las instalaciones de la Oficina Matriz nos encontraríamos con este hermoso y cálido afiche realizado por personas que apenas los saludamos y sabiendo que éramos chilenos que llegaban a trabajar con ellos por un año nos quisieron recibir con el siguiente mensaje: "Bienvenidos Voluntarios Chilenos, gracia por venir a nuestro país".
Cristián, yo (mane), Yanira, Felipe y Pamela al ver este tipo de recibimiento supimos que estábamos en una institución con hermosas personas que tenemos ansias de conocer y con las cuales queremos compartir.
Nuestros primeros días en Guayaquil son agitados y acelerados pero rápidamente nuestros amigos nos ayudan a asimilar las imágenes que pasan por nuestras cabezas...son los Voluntarios 2008 (y Ana la catalana).
Pero ellos no se quedan por mucho tiempo, deben retornar después de un año y más, estos chilenos (y catalana) nos dejan un legado de amistades y experiencias que no olvidaremos y que nos ayudará a adaptarnos en nuestros próximos días.Rocío agradezco tu generosidad para entregarme tu experiencia de lo vivido. Agradezco las buenas conversaciones que tuvimos.Paula, gracias por esos consejos necesarios.
Ana, la catalana alegre, a veces mañosa , pero de gran bondad y disposición para con estos chilenos. Agradezco tu tiempo y paciencia para con todos los voluntarios chilenos, enseñándonos lo bonito de esta ciudad. Me imagino que "no te preocupí" ó "fome" ya quedaron en tu lenguaje habitual.
Y llegamos, después de algunas horas de vuelo aterrizamos en el Aeropuerto José Joaquín de Olmedo, y ahí estaban nuestros queridos amigos: rocio, darío, felipe, paula, ana, pati esperándonos ansiosos por saber quienes eran esos "manes" que vendrían a continuar el trabajo realizado...y ahí estábamos nosotros yani, pame, seba, cristián y yo (mane) asimilando rápidamente el clima, el alboroto, la lluvia en fin...la llegada..la esperada llegada con la cual habíamos soñado, esperando el día en hacer realidad nuestro desafío...nuestro voluntariado.A nuestra llegada la naturaleza no quiso estar ausente y como muestra de bienvenida nos recibió con toda su fuerza, nos dimos cuenta en ese momento que ya estábamos en una tierra lejana a nuestro Chilito...habíamos llegado a GUAYAQUIL - ECUADOR.
Después de dos semana de inducción y donde pudimos conocer la forma de trabajo y de que manera el Hogar de Cristo hace esfuerzos para alcanzar a cubrir la gran necesidad que vive Guayaquil (siendo esta una parte del trabajo porque se extiende a toda la costa de Ecuador), ya estamos listos para comenzar a trabajar.
