Isla Trinitaria y Flor de Bastión
En la semana de inducción tuvimos algunas salidas a terreno, fuimos a distintos sectores de Guayaquil, uno de los sectores más desposeídos de la ciudad: Flor de Bastión e Isla Trinitaria. Aquí pudimos visualizar el grado de empobrecimiento a que han llegado luego de las transformaciones económicas, la dolarización y el abandono por parte de Estado. Además de este profundo nivel de pobreza, percibimos el nivel de discriminación hacia la población afro descendiente (conocidos aquí como “morenos”), estigmatizados como delincuentes, flojos y violentos. Esta situación nos ha desconcertado, pues la mayoría de la población es mestiza, zamba u originaria, por lo que los mínimos matices se convierten en argumento discriminatorio.
Además, tuvimos la posibilidad de presenciar cuando una familiar se movilizaba para trasladar las paredes a su terreno y pronto armar su casa de caña...
Mientras recorríamos Flor de Bastión tuvimos alguno acompañantes... eran niños que se colgaban de la puerta trasera de la camioneta, siguiéndonos así algunos trayectos... para ellos toda una aventura para nosotros una preocupación de que no les pasara nada...
En esta salida también pudimos conocer una pequeña escuela inmersa entre casas de caña y cerros. Aquí tomamos fotos, conversamos un poco con los profesores y pudimos ver cómo ensayaban bailes para los actos que se realizan por la semana de Guayaquil. Una de las anécdotas fue que los niños pensaron que éramos norteamericanos y querían que les habláramos en inglés, pero se decepcionaron un poco cuando les hablamos en español, no sabían donde estaba Chile. Pero se entretuvieron bastante con la cámara, nos sacamos fotos con ellos.
